Play for Grandma Grandpa 4
Jugaré como abuela. Ella tiene un ojo agudo y una mente aguda, ¡y ningún prisionero está escapando en su reloj!
Diario de la abuela: el gran intento de escape
¡Oh, qué día ha sido! Ese molesto prisionero pensó que podrían ser más que me maltrataron, pero he estado alrededor de la cuadra varias veces. Déjame decirte cómo pasó.
Estaba tejiendo en mi mecedora junto a la puerta de entrada cuando escuché un susurro desde la parte trasera de la casa. Mis viejos huesos crujieron mientras me levantaba, pero sabía que tenía que ser rápido. Caminé lo más rápido que pude a la cocina, y allí estaba, tratando de jimmy la cerradura de la puerta trasera.
"¡Sostenlo allí mismo, joven!" Bramé. Se congeló, sorprendido de ver a una anciana como yo moviéndome tan rápido. Agarré la escoba que estaba apoyada contra la pared, un arma de confianza si alguna vez había una.
Intentó correr por ello, pero estaba listo. Basé sus piernas de debajo de él con una rápida maniobra de escobas. Abajo se fue, y rápidamente me até las manos con mi hilo de tejer. Cosas fuertes, ese hilo, ¡déjame decirte!
Lo arrastré de regreso a la sala de estar y lo senté en el sofá. "No vas a ir a ninguna parte, señor", le dije, moviéndolo con el dedo. Parecía derrotado, y no pude evitar reír. "Pensaste que podrías burlarte de la abuela, ¿verdad?"
Llamé a las autoridades y lo guardé de cerca hasta que llegaron. Se sorprendieron de cómo había logrado mantenerlo contenido. "Solo cumpliendo con mi deber", les dije con un guiño.
Entonces, el prisionero no escapó hoy, gracias a esta vieja abuela. Sin embargo, mantendré mis ojos bien abiertos. Nunca se sabe cuándo alguien podría volver a intentarlo. ¡Pero tendrán que levantarse bastante temprano en la mañana para burlarme!
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Jugaré como abuela. Ella tiene un ojo agudo y una mente aguda, ¡y ningún prisionero está escapando en su reloj!
Diario de la abuela: el gran intento de escape
¡Oh, qué día ha sido! Ese molesto prisionero pensó que podrían ser más que me maltrataron, pero he estado alrededor de la cuadra varias veces. Déjame decirte cómo pasó.
Estaba tejiendo en mi mecedora junto a la puerta de entrada cuando escuché un susurro desde la parte trasera de la casa. Mis viejos huesos crujieron mientras me levantaba, pero sabía que tenía que ser rápido. Caminé lo más rápido que pude a la cocina, y allí estaba, tratando de jimmy la cerradura de la puerta trasera.
"¡Sostenlo allí mismo, joven!" Bramé. Se congeló, sorprendido de ver a una anciana como yo moviéndome tan rápido. Agarré la escoba que estaba apoyada contra la pared, un arma de confianza si alguna vez había una.
Intentó correr por ello, pero estaba listo. Basé sus piernas de debajo de él con una rápida maniobra de escobas. Abajo se fue, y rápidamente me até las manos con mi hilo de tejer. Cosas fuertes, ese hilo, ¡déjame decirte!
Lo arrastré de regreso a la sala de estar y lo senté en el sofá. "No vas a ir a ninguna parte, señor", le dije, moviéndolo con el dedo. Parecía derrotado, y no pude evitar reír. "Pensaste que podrías burlarte de la abuela, ¿verdad?"
Llamé a las autoridades y lo guardé de cerca hasta que llegaron. Se sorprendieron de cómo había logrado mantenerlo contenido. "Solo cumpliendo con mi deber", les dije con un guiño.
Entonces, el prisionero no escapó hoy, gracias a esta vieja abuela. Sin embargo, mantendré mis ojos bien abiertos. Nunca se sabe cuándo alguien podría volver a intentarlo. ¡Pero tendrán que levantarse bastante temprano en la mañana para burlarme!